lunes, 23 de febrero de 2015

Leonardo Da Vinci & las Sociedades Secretas


"Salvatore Mundi", última obra de Leonardo.

Nessuna cosa si può amare nè odiare, se prima
non si ha cogniton di quella.

[No se puede amar ni odiar nada si antes
no se ha llegado a su conocimiento.

- Leonardo Da Vinci


¿En qué medida el genio indiscutible de Leonardo Da Vinci comulgó con el conocimiento que sólo se otorga a aquellos iniciados en el Misterio? ¿Es posible disociar su obra del misticismo impreso en los símbolos que se presentan en aparente inocencia al espectador? 
Se dice que, siendo niño, Leonardo buscaba ser obsequiado por su padre con objetos por los cuales manifestaba un vivo interés. El progenitor del genio, ser Piero Da Vinci, era notario, canciller y embajador de la República de Florencia; lo que le obligaba a viajar con relativa frecuencia. El problema era que cuando volvía al hogar descubría que el interés que mostraba su hijo había cambiado: que si al irse el niño tenía curiosidad por la vida y el funcionamiento de la naturaleza, al regresar tenía en la mecánica la fuente de su curiosidad, o en los animales mitológicos, o en la historia sacra. Así, aquello que el padre traía consigo (libros, pequeñas máquinas, acaso algún especímen disecado) se revelaba si no inútil, al menos atrasado con respecto a las inquietudes de su hijo, siempre en movimiento, siempre en otra cosa. 
Esta pequeña anécdota familiar nos hace conocer el carácter con el que sería conocido Leonardo a lo largo de toda su vida. La historia puede ser o no cierta, pero sin duda es verosímil. Da Vinci es el paradigma del hombre renacentista, aquel en quien la curiosidad del humanismo se manifestó con mayor autenticidad y provecho.
Sin embargo, también es cierto que esta misma celebridad nos impide ver realmente la obra de Leonardo, tanto la consumada como la que solo proyectó. Sus pinturas y bocetos se han reproducido tantas veces, su genialidad ha sido tan publicitada que parece que ya nada puede sorprendernos cuando hablamos del hombre. Este proceso, sin embargo, no es casual. Parte esencial del misterio es ocultarse en lo que parece obvio y evidente, en esa especie de superficie profunda sólo asequible a los iniciados en el conocimiento específico: "llamad y se os abrirá" , dice el evangelio de Mateo.

Así, Leonardo y su obra son también objeto de una curiosidad que va más allá del humanismo en el sentido neutro, aséptico, que este adquirió con los años. No olvidemos que el Renacimiento es la época inmediatamente posterior al llamado "oscurantismo" de la Edad Media: una forma más bien injusta de denominar todo un periodo del pensamiento europeo cuyo pecado, cuya falta, es no comulgar con los valores del racionalismo que imperaría a partir de los siglos siguientes. En ese sentido, es obvio que la transición no fue límpida ni las nuevas maneras de pensar acabaron instantáneamente con prácticas heredadas del pasado. De esta manera la figura de Leonardo connota cierta iluminación. 


Una muestra del sentido peyorativo 
del término "oscurantismo", por Emilio Zapata

Viene de ahí esa cualidad mistérica, oculta, que en ocasiones se ha atribuido a la obra de Leonardo, ligando parte de su genialidad a un sistema más amplio que toma la forma de una Sociedad Secreta, una comunidad poseedora de un conocimiento que entrega sólo a los probos (como Isaac Newton y su relación con los Rosacruces). Esto que decimos es cierto: Leonardo Da Vinci pintó "La Última Cena", ¿pero ésta sería la misma sin el cúmulo de significados que se agolpa ante el espectador?

Da Vinci, la gran imagen que tenemos de la genialidad omni-abarcante, que se extiende sobre todos los campos con pinceladas luminosas pero cautiva también por su método hasta tal punto que históricamente se le ha atribuido cierta conexión con el misticismo. Las técnicas de Leonardo para maximizar el conocimiento, que hoy podría ser parte de una revista de salud o de ciencia, en una época anterior parecen los frutos de la preclaridad y el ocultismo. Una figura de su inmensidad siempre se recarga de un aura de misterio.

Parte de las conexiones no del todo comprobadas, alimentadas por los best sellers que existen en torno al genio de Leonardo, lo relacionan con dos hermandades: por una parte, los Misterios de Mitra. Por otra, el Priorato de Sión (también llamado El Consorcio).
De la primera, llamada mitraismo y considerada casi una religión, sus orígenes se pierden en la Antigüedad mediterránea. Pero si sobrevivió hasta la época de Leonardo fue por su amplia presencia en la milicia romana y también por los muchos símbolos que lo hermanaron secretamente con el cristianismo. Los soldados de las legiones romanas eran especialmente devotos de Mitra, una divinidad cuyo origen algunos sitúan en Asia Menor. Concretamente en el enigmático pueblo de los hititas, vencedores en un par de ocasiones de los ejércitos faraónicos; aunque igualmente otros lo asocian a un dios védico de la luz.

      

Estatua del dios solar Mitra matando al toro, escultura del siglo II
actualmente en el British Museum, Londres.

Entre las distintas características que definen al mitraísmo, una de las más significativas es que el culto se llevaba a cabo en cavernas naturales o construcciones que las imitaban. En cierta forma este era el vínculo de los grandes misterios de la Antigüedad (como los de Eleusis o los de Isis) que se mantuvieron a lo largo del tiempo (los adamitas del Bosco ya en el siglo XVI). Todos comparten ese rasgo de sustraerse de la mirada de lo común, de llevar a los iniciados y a los Maestros a un rincón apartado pero al mismo tiempo íntimo donde confluyen esas potencias del mundo que rigen de manera invisible el universo. 
Por otra parte, en los misterios de Mitra hay una base simbólica que permitió cierta mímesis con la nueva religión con pretensiones de hegemonía: el cristianismo. Como en esos trabajos artesanales de los pueblos conquistados donde bajo los rasgos de la nueva deidad se disimulan los de la antigua, así el mitraísmo pareció asimilarse con los seguidores de Jesús, gracias a circunstancias como que ambos pueblos creían en un ser salvador, en la transposición de la carne y la sangre de la víctima sacrificada en pan y en vino o (como también en el caso de Isis y Horus), el nacimiento de un hombre del vientre de una virgen. También su muerte y su resurrección además de otros detalles menos trascendentes como la consagración del domingo como día dedicado al culto de la divinidad o la de la principal festividad de esta el 25 de diciembre. Pero estos detalles aparentemente menos relevantes son igual de importantes en la práctica al momento de asegurar el paso más o menos indemne del conocimiento custodiado al nuevo suelo donde florecerán sus semillas.

Por otro lado, en el caso del Priorato de Sión, se trata de una sociedad que también plantea un desafío a los límites de la realidad y la fantasía, de la historia y el mito. Algunos sitúan su fundación en la década de 1950 en Francia por Pierre Plantard, un dibujante que bosquejó la historia de la cofradía con supuestos fines lúdicos, sembrando el interrogante sobre la realidad de su existencia. ¿Pero acaso no es la broma, la ficción, una de las mejores estrategias para ocultar una verdad y un asunto serio? "Con el anzuelo de la mentira pescarás la carpa de la verdad" escribió Shakespeare en Hamlet. ¿Nunca ha existido y nunca existirá, como decía Borges?
Lo interesante del Priorato de Sión es que dentro del tejido de la mitología esotérica se considera que una de sus principales misiones fue preservar el Santo Grial, el recipiente donde según la leyenda José de Arimatea recogió la sangre de Cristo. Solo que esto no debe tomarse en sentido literal, sino metafórico: el Santo Grial es, dentro de la simbología del Priorato, el vientre de una mujer donde se guardó efectivamente la sangre del Salvador, que es otra forma de llamar a su descendencia. Según esta genealogía la dinastía de los Merovingios, una de las 4 grandes y emblemáticas dinastías del trono de Francia (junto a los Carolingios, los Capeto y los Borbones) son herederos directos de Cristo, hijos después de varias generaciones de Jesús y María Magdalena; y por tanto, del rey David.

                              
   Emblema del Priorato de Sión, con                                  
  especial relevancia de la Flor de Lis.                                   Dinastía de los Merovingios

De esta manera el Santo Grial (es decir, la copa) se convierte en el símbolo primigenio del triángulo invertido, que se asocia con el útero de la mujer. En este caso, de María Magdalena. Según la mitología del Priorato, cuando Jesús fue crucificado la Magdalena llevaba en su vientre al hijo de ambos. Para impedir que el ejército romano también diese muerte al niño, la joven María huyó en compañía de ciertos discípulos (el Priorato original) y llegó a las costas de Marsella (lo que explicaría que su culto esté tan extendido en esa región). Allí, a orillas del mar daría a luz a su hija, Sara; y comenzaría la estirpe merovingia que se pierde en el tiempo.

En el sistema jerárquico del Priorato de Sión (fantasía o historia secreta) la lista de los Grandes Maestros incluyen nombres como René d'Anjou (rey de Nápoles), Robert Fludd (eminente médico, astrólogo y místico inglés), Isaac Newton, Claude Debussy (compositor francés de la talla de Ravel) o Jean Cocteau (artista, ocultista y cineasta francés), destacando por supuesto el de Leonardo Da Vinci. Todos ellos tienen en común la marca de la genialidad, pero comprenden una lista tan dispar que evoca una sociedad más parecida a la Liga Fantástica que a las logias masónicas. 

Por esta razón, y en este punto, la pregunta es en qué medida el talento de Leonardo Da Vinci participó de ese conocimiento reservado que da sentido a la existencia de una sociedad secreta. En qué medida también buscó transmitirlo por medio de sus obras, como el Maestro que susurra al oído del iniciado las palabras que este debe entender en ese momento determinado, manifestando en sus pinturas una armonía divina o dejando tal vez en sus investigaciones una especie de código secreto. Bien es cierto que los documentos oficiales que redactaba Leonardo los escribía de izquierda a derecha. Sin embargo, los cuadernos con sus investigaciones están escritos de derecha a izquierda y al revés, conseguido con ayuda de un espejo, la llamada escritura especular. ¿Por qué lo hacía? Podemos ver a continuación un ejemplo, centrado en el vuelo de las aves.



Se dice que cuando los soldados romanos destruyeron el Templo de Salomón en Jerusalén y llegaron hasta el Sancta Sanctorum (el lugar más sagrado), ahí donde se resguardaba, entre otros tesoros, el Arca de la Alianza (el puente de comunicación entre Yahvé y el pueblo elegido); encontraron este último recinto vacío. La Sabiduría ya no estaba allí, sino en la memoria de quienes habían huido con la consigna de preservarla. ¿Fue Leonardo obsequiado con ese conocimiento? Y en ese caso, ¿fue su misión acelerar el conocimiento para avanzar en un proyecto de ilustración mundial, símbolo de una divinidad racional? Tal vez nunca lo sepamos, pero se ha estimado que si Newton o Galileo hubiesen tenido acceso a los trabajos de Leonardo sobre, por ejemplo, las lentes; la historia de la ciencia habría dado un salto de una década o quizás más. También añade misterio a la figura de Leonardo el reciente descubrimiento de un código alfanumérico en los ojos de su más famoso retrato: "La Gioconda". "A simple vista los símbolos son invisibles pero con una lupa pueden verse claramente" afirma Silvano Vicenti, un miembro del comité de expertos. En el ojo derecho se encuentran las iniciales LV, presumiblemente aludiendo al nombre del autor; mientras que en el ojo izquierdo se perciben diversos símbolos que aún no han sido identificados por los estudiosos. "Es muy difícil determinar con claridad lo que son, al parecer son unas letras CE o podría ser una B; hay que recordar que este retrato tiene casi 500 años y los trazos ya no están tan definidos como cuando fue pintada. También encontramos un 72 en el arco del puente que se encuentra en segundo plano, pero también podría ser una letra L y un número 2", agregó Vicenti. 



En conclusión, no se trata solo de resaltar el cariz esotérico del gran artista florentino sino, de momento, hacer ver que durante el Renacimiento eso que echamos cómodamente al cajón de las "doctrinas secretas" era el pan de cada día. La figura de Da Vinci es inabarcable y fascinante, al igual que el hermetismo neoplatónico y la alquimia de su época. Quizá como ocurre con las teorías de la conspiración, postular que Da Vinci fue parte de una sociedad secreta o que su genio proviene de algún tipo de disciplina esotérica sea sólo una forma de entender aquello que nos parece insondable y que necesitamos incrustar en una trama que se ajuste a nuestras expectativas de lo que conforma la sociedad. Pero por otra parte, también es históricamente irrefutable que grandes personalidades como Isaac Newton se alimentaron de manera primordial de la magia, la alquimia y la masonería.

Por desgracia, en el Museo del Prado no podemos disfrutar de ninguna obra de Leonardo Da Vinci. Sin embargo, sí podemos contemplar en una de sus salas la famosa hermana de la Mona Lisa, la llamada "Gioconda del Prado". Es evidentemente una copia de la original, como tantas otras. Lo que la hace tan especial es que esta, que se encontraba en el Depósito del Museo del Prado desde su inauguración en 1819, perteneciente a las Colecciones Reales, fue pintada al mismo tiempo y en el mismo taller que la original, por un alumno de Da Vinci. No se sabe a ciencia cierta quién pudo ser, pero la calidad de la madera y los colores utilizados nos dicen que debió de ser alguien muy cercano a Leonardo, quizá Francesco Melzi o Andrea Salai (uno de los amantes del maestro). ¿Por qué Leonardo deseó y permitió que Melzi o Salai (o cualquier otro) se sentase a su lado y pintase a la vez que él el mismo tema? Misterio.



A la izquiera, "La Gioconda" original de Leonardo.
A la derecha, la réplica de uno de sus alumnos.


Sin embargo, hay un detalle extraño. La mujer retratada por Leonardo, la supuesta Lisa Gherardini, esposa del rico comerciante florentino Francesco del Giocondo; parece tener una edad en torno a los 30 o 35 años. Sin embargo, el retrato que se conserva en Madrid nos presenta a una joven que no aparenta tener más de veinte. Si se pintaron al mismo tiempo y en el mismo lugar, ¿podrían ser madre e hija? En lo que a esta pintura se refiere, todo son misterios. También hay quien defiende que la retratada es Lucrezia Borgia, hija del Papa Alejandro VI y que Leonardo Da Vinci tuvo la oportunidad de retratar cuando estuvo sirviendo como ingeniero militar en la Romagna al hermano de la modelo, César. E incluso ha identificado el paisaje de fondo con el curso alto del río Arno, perteneciente a esta región. También hay quien afirma que en realidad, lo que Leonardo plasmó en este lienzo ni más ni menos que el recuerdo de juventud que el joven artista tenía de su madre Caterina, una esclava traída en contra de su voluntad desde Constantinopla. 

La figura de Leonardo, como hemos dicho antes, está plagada de misterio y misticismo. Un dato curioso y a la vez intrigante es que en el marco de la Segunda Guerra Mundial, los aliados escondieron el famoso retrato de Leonardo Da Vinci adulto debido a que Hitler lo buscaba desesperadamente. Según informes de la Ahnenerbe, también llamada Sociedad Thule (una división especial de las SS especializada en el ocultismo), el famoso retrato del maestro florentino haría que, junto con otras custodias como la Lanza de Longinos o el Necromicrón, Adolf Hitler alcanzase el dominio de Europa y la supremacía de la raza aria.
Llegados a este punto podemos preguntarnos, ¿quién fue en realidad Leonardo Da Vinci?


Nada es verdad. Todo está permitido. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

¿Qué nos depara el futuro?

Esta vez vamos a hablar de las futuras exposiciones que el Museo del Prado tiene preparadas. La primera que podremos ver, del 3 de Marzo al 31 de Mayo, es "La Obra Invitada": Custodia de la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Conocida popularmente como "La Lechuga" por el verde de sus esmeraldas, es un tesoro del arte barroco elaborado en la entonces Nueva Granada por el orfebre José Galaz. La obra contiene 1.485 esmeraldas, 1 zafiro, 13 rubíes, 28 diamantes, 62 perlas barrocas y 168 amatistas. No sólo se le considera una de las joyas religiosas más ricas y hermosas de Hispanoamérica, sino que es el testimonio de lo que sucedió durante el Barroco en una tierra de orfebres, de cómo este estilo artístico encontró nuevas dimensiones en un territorio en el que abundaban el oro y las esmeraldas y en el que aún estaba viva la cultura indígena de los más destacados orfebres del continente. 
Dentro de la cantidad de piezas de oro y plata para servir al culto católico que se desarrollaron durante el periodo colonial sobresalen las custodias, cuyo fin era presentar la hostia consagrada a los fieles. Las custodias forman parte del ritual litúrgico y son exhibidas durante la procesión del Corpus Christi. Lo que resulta curioso es que en América se prefirió elaborar las custodias en forma circular y rayos ondulantes (como "La Lechuga") dotándolas de un carácter simbólico en relación al Sol. Dato curioso, teniendo en cuenta la profunda tradición pagana del continente americano en relación con la mitología solar; como por ejemplo la ceremonia del Nuevo Sol mesoamericana.

                                                                     
             "La Lechuga"

Por otra parte podremos disfrutar, del 18 de Marzo al 14 de Septiembre, de los "Diez picassos del Kunstmuseum Basel". Debido a las reformas que se llevarán a cabo a lo largo de este año en su sede, podemos disfrutar de estas diez pinturas del maestro malagueño. Están fechadas entre 1906 y 1967, formando una pequeña retrospectiva del artista que se podrá contemplar junto a otras obras maestras del Museo. El proyecto forma parte de un acuerdo de colaboración global del Kunstmuseum Basel con el Museo del Prado así como con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde también se presentará una selección de obras procedentes del museo suizo. 
Sobre Picasso, no todo en su vida fue pintura. Aparte de la curiosidad de que el nombre completo del pintor constaba de 23 palabras o que se afilió al Partido Comunista Francés, Picasso sentía una fuerte devoción, como es lógico, por sus pinturas. Su familia cuenta que siendo ya un artista consagrado, compraba castillos y completaba sus habitaciones con sus obras. Una vez que las paredes de un castillo estaban llenas, compraba otro palacete y comenzaba a completar esta galería privada nuevamente. ¿Podía permitírselo? Sin duda. El libro de los récords Guinness nombró a Picasso como el artista más prolífico del mundo: su colección cuenta con aproximadamente 13.500 pinturas, 100.000 impresiones, 34.000 ilustraciones y 300 esculturas. 


"Femme aux chapeaux", Pablo Picasso

Del 24 de Marzo al 28 de Junio podremos ver en el Edificio Jerónimos una pequeña exposición sobre uno de los mejores artistas flamencos: "Rogier van der Weyden". Esta exposición se realiza con motivo de la restauración del gran "Calvario" de El Escorial, que se llevará a cabo en los talleres del Museo del Prado como parte de una colaboración entre el Museo y Patrimonio Nacional. 
La exposición será una oportunidad única para contemplar el "Calvario", el "Descendimiento de la Cruz" y la "Virgen de Durán" juntas, con otras obras del pintor flamenco que ya estuvieron en España como el célebre "Trítico de Miraflores" de la Cartuja de Miraflores y hoy en día en el Museo de Berlín. De esta forma la exposición permitirá apreciar no sólo las mejores obras del artista perfectamente documentadas sino también diversos aspectos de la creación artística del maestro, la fuerte relación de sus obras con la escultura o la gran influencia posterior que tuvo su arte y su repercusión en España.
Pero, ¿qué tiene de especial Weyden? En 1430 extrañamente comienza a interesarse por los episodios de la Pasión de Cristo. Sus composiciones se vuelven de colores fríos, con un sentimiento religioso trágico. Pero en realidad Weyden, como todos los artistas, plasmó sus propios pensamientos camuflados en sus obras. El artista creía que Jesucristo sufrió la Pasión y fue crucificado... pero que no murió en la cruz. Y no sólo eso: pensaba que antes de ser perseguido por los romanos se había casado con María la Magdalena. ¿Mito o realidad? 

"El Calvario", Rogier van der Weyden

Y por último, para disfrutar del 31 de Marzo al 28 de Junio tendremos "La Obra Invitada": San Juan Bautista, niño, de Miguel Ángel. Es la única escultura del artista florentino que se encuentra en España. Se trata de una obra de juventud, anterior a "La Piedad" del Vaticano y a los frescos de la Capilla Sixtina. La escultura fue donada por el Duque de Florencia Cosme I de Medici a Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V. Cobos la envió a España, a su villa de Sabiote (Jaén) pasando a enriquecer tras su muerte la capilla sepulcral que mandó construir en su ciudad natal de Úbeda. La escultura se expone desde el siglo XVI en la capilla del Salvador de Úbeda en Jaén, y fue recuperada por la bibliografía artística en 1930 como obra de Miguel Ángel. 
Entre las curiosidades que envuelven la vida de Miguel Ángel cabe destacar el hecho de que él mismo, al ser preguntado sobre su habilidad para tallar la piedra, decía que su vena artística la había "succionado de la leche materna de mi nodriza". Miguel Ángel tuvo una nodriza cuyo marido era picapedrero, y según el artista había bebido tanto de la leche materna como de los martillos y cinceles de los que más tarde sería un experto.  


 El «San Juanito», de Miguel Ángel, se expondrá tres meses en el Prado
"San Juan Bautista, niño", Miguel Ángel

Recordamos que BIANOR TOURS dispone también de visitas guiadas por todas las exposiciones temporales además de la colección permanente y comentarios sobre las obras invitadas. Para más información contacte con nosotros en el tlf. 609988206, en nuestro twitter @BianorTours o en nuestra página www.bianortours.es. Gracias.