lunes, 24 de octubre de 2016

Los secretos del Maestro Mateo

El mundo de la cultura ha saltado a la palestra debido a una noticia que apareció en los periódicos este sábado pasado: "Hallada bajo unos cascotes una escultura del Pórtico de la Gloria". Puesto que el Museo del Prado próximamente dedicará una exposición a la figura del artífice del Pórtico de la Gloria en la catedral de Santiago de Compostela, hemos decidido hacerle aquí un pequeño homenaje. Con ustedes, el Maestro Mateo.

Santo de Croques en el Pórtico de la Gloria, imagen que 
tradicionalmente se piensa que representa al Maestro Mateo

El Maestro Mateo (c. 1150 - c. 1200/1217) fue un escultor y arquitecto, que desarrolló su labor en los reinos medievales de la península Ibérica durante la segunda mitad del siglo XII. El primer dato conocido que se tiene sobre el Maestro Mateo es un documento de 1168, guardado en el Archivo de la catedral de Santiago, en el que se atestigua que el Maestro ya trabajaba en Santiago de Compostela y por su trabajo recibía una importante suma de dinero por parte del rey Fernando II de León:

"Conviene a la regia majestad atender mejor a aquellos que le son conocidos por mostrar obediencia fielmente, y especialmente a aquellos que son notorios por dedicar sus servicios a los santuarios y lugares de Dios. Por eso yo, Fernando, rey de las Españas, por amor de Dios, por quien reinan los reyes, y por la reverencia de Santiago, piísimo patrón nuestro, como pensión, te doy y te concedo a ti, maestro Mateo, que posees la primacía y el magisterio de la obra del citado apóstol, cada año la percepción de dos marcos a la semana, sobre mi mitad de moneda de Santiago, y que lo que falte una semana sea suplido en la otra, de manera que esta percepción te represente 100 morabotinos anuales. Esta pensión, este don, te doy durante toda tu vida, para que siempre la tengas, y para la obra de Santiago, y sea mejor para tu persona; y aquellos que vieran, velen y se dediquen con afición a la citada obra. Fernando II de León a 23 de Febrero del año 1168."

Apenas se tienen datos de su formación anterior, pero todo parece apuntar a que tenía ya una dilatada carrera a sus espaldas a lo largo del Camino del Santiago, especialmente en sus tramos franceses. Es el responsable del Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana. En el propio monumento existe una inscripción dando fe de ello: "en el año de la Encarnación del Señor 1188, en el día 1 de abril, fueron colocados por el Maestro Mateo los dinteles de la puerta mayor de la iglesia de Santiago, que dirigió la obra de dichos portales desde sus cimientos." Más tarde, en 1189 y y en 1192, se tiene de nuevo noticias suyas en contratos privados.

      
Apóstoles en la Catedral de Santiago de Compostela

El Pórtico de la Gloria ejercía una influencia notable en la escultura románica en Galicia. Existe la creencia de que una pequeña estatua situada en la parte posterior del parteluz, con una postura arrodillada, mirando hacia el interior del templo, representa al propio Maestro Mateo, tal y como hemos comentado al principio de esta entrada (sin embargo, hoy en día esto está desmentido por varias fuentes. En realidad, esa estatua representa la figura del peregrino). La estatua se convirtió en objeto de veneración y es conocida en gallego como Santo dos Croques por la costumbre de los peregrinos de chocar la cabeza contra la estatua, rito también popularizado por los estudiantes de la Universidad Compostelana como propiciador del desarrollo del buen entendimiento y la sabiduría.

Resultado de imagen de portico de la gloria

Y es hora de hablar de la noticia que ha sacudido toda Galicia. Emparedada y oculta bajo tierra y cascotes de relleno. Así ha aparecido una escultura pétrea, decapitada y de 185 centímetros de altura, que sostiene en sus manos una enorme cartela y que probablemente estuvo policromada, como todo el Pórtico de la Gloria. Los primeros estudios aventuran que se podría tratar de un profeta que formaba parte del grupo que decoraba, y a la vez sustentaba (esta figura lleva adosada una columna con la que integra un único bloque de granito), la fachada románica que protegía el Pórtico, y que se sustituyó por la la actual portada del Obradoiro, que reviste la estructura antigua.

No obstante, la identidad del personaje masculino, descalzo, "nimbado pero no alado", con una cartela fuera de lo común por sus dimensiones y una sorprendente manera de sujetarla, es todavía un misterio. Aunque algunos elementos del letrero que sostiene apuntan a que se trata de un profeta del Antiguo Testamento, en estos no es habitual el nimbo. Así que no se descarta que pueda tratarse de un personaje del Nuevo Testamento o de un ángel, pese a que no tiene alas.

     Escultura hallada durante el vaciado de la Torre Sur.