martes, 30 de diciembre de 2014

Un aragonés en la capital

"Goya en Madrid". Así se titula la exposición del Museo del Prado (28 Nov. - 3 May.) que concentra algunos de los famosos cartones para tapices que realizó Goya, exhibidos al lado de los de otros artistas junto con pinturas y esculturas que le pudieron servir de modelo. En esta entrada vamos a hablar un poco sobre la vida y obra de Goya, haciendo también algunos incisos sobre la exposición.

En primer lugar hay que saber que los cartones para tapices de Goya expuestos en estas salas normalmente se encontraban en la segunda planta del Museo del Prado. Debido a que esa planta necesitaba una remodelación, esta exposición es una excusa para poner los cartones en otro lugar donde pueda verlos el público.

¿Por qué se llama "Goya en Madrid"? Es muy sencillo: desde 1771, Goya estaba trabajando en Zaragoza en pinturas murales y religiosas. Pero en 1775, el aragonés es llamado a Madrid por orden del rey Carlos III para pintar algunos cartones que servirían para confeccionar los diversos tapices que decorarían los palacios reales. La confección de tapices para las dependencias de la realeza española habían sido un empeño de los Borbones que se ajustaba al espíritu de la Ilustración, pues se trataba de una empresa que fomentaba la industria de calidad. Goya comienza a trabajar en esos cartones por encargo de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara en 1775, terminando su labor en 1792. No es el único: otros artistas son convocados para este trabajo, como Mariano Salvador Maella, Antonio González Velázquez, José Camarón o José del Castillo. Todos ellos son supervisados por Francisco Bayeu, maestro y cuñado de Goya; y en última instancia por Anton Raphael Mengs. Este artista fue además el rector del gusto neoclásico en España, Así Goya comienza su labor, menor como pintor, pero importante para comenzar a introducirse en los círculos aristocráticos. La mayoría de los expertos, como Valeriano Bozal o Nigel Glendinning clasifican los cartones para tapices en cuatro series, expuestas a continuación:

Primera serie: realizada en 1775, consta de nueve cuadros de tema cinegético realizados para la decoración del comedor de los Príncipes de Asturias (los futuros Carlos IV y María Luisa de Parma) en El Escorial. A esta serie pertemecen "La caza de la codorniz", aún muy influido por la técnica de Bayeu; "Perros en traílla" o "Caza con mochuelo y red".

"Perros en traílla". Museo del Prado, Madrid

Segunda serie: se pueden distinguir dos grupos de encargos cuyo tema es la representación de los diversiones populares, generalmente de ocio campestre, como correspondía a la ubicación del Palacio de El Pardo. Por ello se insiste en localizar las escenas a orillas del Manzanares. Existen dos subgrupos, los destinados al comedor de los Príncipes en el Palacio (1776-1778) y los realizados para el dormitorio de dicho palacio (1778-1780). Hay autores que clasifican este segundo grupo como una serie aparte, entre ellos Janis Tommelson. El primer grupo comienza con "La merienda a orillas del Manzanares", inspirado en el sainete homónimo de Ramón de la Cruz. Le siguen "Paseo por Andalucía", "Baile a orillas del Manzanares" y quizá su obra más lograda de esta serie: el conocido popularmente como "El quitasol".
Para la antecámara y el dormitorio principesco pintó Goya "La novillada", donde gran parte de la crítica ha querido ver un autorretrato de Goya en el joven torero que mira al espectador: "La feria de Madrid" (ilustración de un pasaje de El rastro por la mañana, otro sainete de Ramón de la Cruz), "Juego de pelota a pala" y la más importante de esta parte: "El cacharrero", donde muestra su dominio del lenguaje del cartón para tapiz: composición variada pero no inconexa, varias líneas de fuerza y distintos centros de interés, reunión de personajes de distintos estratos sociales, calidades textiles en el bodegón del primer término, dinamismo en la carroza, difuminado retrato de la dama del interior del carruaje y, en fin, una plena explotación de todos los recursos que este género de pinturas podía ofrecer.

File:El Quitasol (Goya).jpg
"El quitasol". Museo del Prado, Madrid

"El cacharrero". Museo del Prado, Madrid

Tercera serie: tras un periodo (1780-1786) en el que Goya emprendió otros trabajos (como ejercer de retratista de moda entre la clase pudiente madrileña o la recepción del encargo de pintar un cuadro para San Francisco el Grande en Madrid y una de las cúpulas de El Pilar), retoma su trabajo como oficial en la Real Fábrica de Tapices en 1786 con una serie dedicada a ornamentar el comedor del Palacio de El Pardo. 
El programa decorativo comienza con un grupo de cuatro cuadros alegóricos a las estaciones del año (entre los que destaca "La nevada" o "El Invierno" con su paisaje de tonos grisáceos y el dinamismo de la escena), para continuar con otros de alcance social, como "Los pobres en la fuente" o "El albañil herido"
Además de los trabajos dedicados a decorar el comedor de los Príncipes se han documentado algunos bocetos realizados como preparación para el ornato del dormitorio de las infantas del mismo palacio. Entre ellos encontramos una obra maestra, "La pradera de San Isidro", que es más audaz en los bocetos y más "moderno" (por su pincelada enérgica, rápida y suelta) que en los lienzos. 
Debido a la inesperada muerte del rey Carlos III en 1788 este proyecto quedó interrumpido, si bien otro de los bocetos dio lugar a uno de sus más conocidos cartones: "La gallinita ciega".

"La nevada" o "El Invierno". Museo del Prado, Madrid

"La pradera de San Isidro". Museo del Prado, Madrid

"La gallinita ciega". Museo del Prado, Madrid

Cuarta serie: con destino al despacho del recién proclamado rey Carlos IV en El Escorial, Goya emprende la ejecución de otra serie de cartones entre 1788 y 1792 cuyos temas adquieren matices satíricos, aunque siguen dando cuenta de aspectos alegres de la sociedad española de su tiempo. Así aparecen de nuevo los juegos al aire libre protagonizados por jóvenes, como en "Los zancos"; por muchachos, como en "Las gigantillas" o por mujeres, como en "El pelele"; donde parecen regocijarse en el desquite de la posición social del hombre manteando un muñeco grotesco. 
Comienzan en esta serie a aparecer los comentarios críticos a la sociedad de su tiempo que se desarrollarán más adelante, especialmente en su obra gráfica cuyo ejemplo más temprano es la serie de Los caprichos. Aparecen ya en estos cartones rostros que anuncian las caricaturas de la época posterior, como el rostro simiesco del novio en "La boda".

   
"La boda". Museo del Prado, Madrid

Una vez terminados, todos estos cartones se tejían en tapiz y se ubicaban en la pieza a la que se le destinaban en los palacetes reales. La mayor parte de la obra se encuentra resguardada en el Museo del Prado, aunque existen algunos cartones en las pinacotecas de otras naciones. En 1858 pasaron al sótano del Palacio Real de Madrid, donde algunos fueron hurtados en 1870. Ese mismo año Gregorio Cruzada (historiador y crítico de arte, periodista y poítico) se dio a la tarea de catalogarlos y mostrarlos al público en el Museo del Prado. Aparecieron por primera vez en el catálogo oficial de la institución en 1876. Sin embargo, algunos pequeños modellos (pintados por Goya para la aprobación de los temas) se hallaban en manos de los duques de Osuna, cuyos descendientes los subastaron en 1896. En esa subasta algunas pinturas fueron compradas por el Prado y otras por coleccionistas como Pedro Fernández Durán y José Lázaro Galdiano, permaneciendo en España. 
Con este encargo Goya puede crecer como artista y elevar su condición social, que le convierte en un cotizado pintor para los altos círculos matritenses. En 1789 obtiene el ansiado cargo de Pintor de Cámara de Carlos IV (el antaño príncipe) y algunos años atrás fue admitido en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que llegó a ser Teniente Director de Pintura. 

Esta exposición de Goya puede encontrarse en las Salas A y B de la Planta 0 del Edificio Jerónimos. Bianor Tours dispone de una visita guiada por la exposición así como una ruta por la pintura que exhibe el Museo y de la que Goya es parte honorífica. Se habla de sus pinturas en la corte de Carlos IV así como la última etapa de su vida (Fusilamientos y Pinturas Negras). Si desean más información sobre estos recorridos, no duden en ponerse en contacto con nosotros. Gracias. 

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