sábado, 30 de abril de 2016

Días de Danza y Noches de Brujas

Este fin de semana está teniendo tantos motivos dignos de celebración que no se me ha ocurrido en cuál podía centrarme, de manera que he hecho un pequeño mix. En primer lugar, el viernes se celebró el Día Internacional de la Danza, donde por primera vez en su historia el Museo del Prado tuvo participación directa. Ese mismo día por la mañana tuvo lugar una iniciativa de Margaret Jova (bailarina y coreógrafa) que sigue la estela de lo hecho en 2015, cuando se celebró un baile el 29 de abril frente al Guernica de Picasso en el Museo Reina Sofía. Faltaba el Museo del Prado, donde tantas obras tienen referencia directa o indirecta al arte terpsicoreo.

La jornada empezó con dos bailarines del Ballet de la Comunidad de Madrid que dirige Víctor Ullate y que interpretaron un fragmento de su coreografía Pastoral; los artistas Marlene Fuerte y Josué Ullate ofrecieron el dúo que simboliza el amor joven. La jornada la cerró María Pagés con su pieza Conciencia y deseo, sobre música de Rubén Levaniegos, una coreografía que narra la búsqueda del deseo como compromiso ético con la vida. Para Pagés, es una danza conceptual. La artista leyó el poema del bailarín y coreógrafo Lemi Ponifasio, ideado como mensaje del Día Internacional de la Danza y comisionado por la UNESCO. El lugar escogido para la ocasión parecía el ideal, casi escenográfico y muy teatral, que remitía tanto a la antigüedad clásica como a los teatros palladianos. La Sala de las Musas donde, sobre sus pedestales, están esas famosas ocho esculturas llenas de leyenda y belleza (a algunas de ellas les han cambiado la cabeza varias veces o arrancado el añadido de un brazo en tiempos del Barroco): proceden estas estatuas de la colección de la reina Cristina de Suecia y en origen son de la época del emperador Adriano, donde (se dice) decoraron un teatro. Euterpe, Talía, Calíope, Erato, Urania, Clío, Polimnia y Terpsícore volvían por unas horas con este acto a su origen decorativo inicial, ofreciendo un decorado perfecto para el baile, ya fuera de carácter contemporáneo como hace la compañía Kor'sia, clásico actual como hacen los bailarines de Ullate o de ballet flamenco moderno como ofrece María Pagés. 



"Danza de personajes mitológicos y aldeanos", de Rubens

Por su parte, el sábado se celebró la Noche de Walpurgis, una festividad que se celebra la noche del 30 de abril al 1 de mayo en grandes regiones de la Europa central y septentrional. También es conocida como la noche de brujas. El origen de esta festividad se encuentra en antiguas celebraciones paganas germanas, adorando e invocando a los dioses de la fertilidad la noche del 30 de abril. La tradición señala esta fecha como de transición de la primavera al verano, la festividad de Beltane en honor a Belenos, dios del fuego, prendiendo hogueras para renovar con el humo a los pueblos y sus habitantes. La festividad resultó adoptada en algunos puntos para uso de brujería; luego fue absorbida con la llegada del cristianismo, atribuyéndole vagos orígenes relacionados con un supuesto cumpleaños de Satanás.

En la antigua Roma, el mes de mayo estaba consagrado a los antepasados (maiores). Era un mes en el que toda Europa y Asia se creía que los aparecidos hacían sus incursiones entre los vivos. Durante la Antigüedad y la Edad Media, se perpetúa una gran prohibición: hay que evitar casarse en mayo porque durante ese período se corre el riesgo de contraer matrimonio con una aparecida o con una mujer embrujada del Otro Mundo. En la mitad septentrional de Europa estaba muy difundida la creencia de que una divinidad protegía a las brujas y que las reunía una vez al año en lo alto de una montaña. Estos concilios se confundían con los de seres míticos, y la fecha de reunión, "la noche de las calendas de mayo", está relacionada con las Walquirias de la mitología nórdica. Otro elemento de carácter mitológico es que se decía que las brujas salían de sus casas formando cortejos, lo que recuerda la creencia de que "en determinadas noches es posible oír los estrépitos que producen ejércitos misteriosos, cortejos de almas y espíritus, sobre todo en la época del solsticio de invierno". Con el devenir de los tiempos, la fecha aproximada de la celebración católica de la canonización de Santa Walpurgis (Valborg o Walburga) se trasladó del 25 de febrero (fecha de su nacimiento) al 1 de mayo, denominándose Noche de Walpurgis por coincidir la fecha de celebración con el día de Santa Walpurgis en el calendario sueco, debido a que el 1 de mayo de 870 d.C. fueron trasladadas sus reliquias. Para finalizar, un par de curiosidades: fue durante la Noche de Walpurgis de 1776 cuando Adam Weishaupt creó en los bosques bávaros a los Illuminati de Baviera. Y en uno de las escenas de la primera parte del Fausto de Goethe, Mefistófeles obliga a Fausto a presenciar una celebración de la Noche de Walpurgis en el monte Brocken.

  
  
"El Aquelarre", de Goya 

Y para terminar con esta entrada, pasada ya la Noche de Walpurgis se celebra este 1 de mayo el Día de la Madre, dedicado a todas las madres del mundo. Esta fiesta tiene su origen en la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, madre de los llamados dioses de primera generación (Deméter, Hestia, Hera, Poseidón, Hades y Zeus). Igualmente los romanos llamaron a esta festividad Hilaria cuando la adoptaron de los griegos. Se celebraba en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas. Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. Sin embargo, yo me voy a despedir hoy con otra madre, menos conocida, pero tanto o más importante que la propia Virgen. Se trata de Santa Ana, la madre de María y por lo tanto abuela de Jesús, que se dice que es la evolución de una deidad hispana. Aquí os dejo el lienzo de Murillo, que se conserva en el museo, titulado "Santa Ana enseñando a leer a la Virgen". Y con esta entrañable escena, nos despedimos. Ultreia!



sábado, 23 de abril de 2016

La Magna Mater Cibeles y sus leones

Buenos días y buen fin de semana a todos. Con motivo de una charla  sobre simbología en Madrid que tengo esta tarde, he decidido compartir con vosotros la historia de uno de los emblemas más conocidos de la capital: la "Fuente de Cibeles", obra de Ventura Rodríguez en 1782, conocida por los madrileños simplemente como "La Cibeles". La fuente representa a Cibeles, diosa de la Tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por leones. La plaza donde está ubicada se llamó al principio Plaza de Madrid, y en el año 1900 tomó el nombre de Plaza de Castelar. En la actualidad está delimitada por los grandes edificios del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de América), Palacio de Comunicaciones (antes sede de Correos y actualmente de la Alcaldía de Madrid) y Banco de España. Lo curioso es que cada uno de estos edificios pertenece a un barrio distinto de Madrid.

    Fuente de Cibeles - 04.jpg


¿Quién es Cibeles? Originalmente una diosa frigia, Cibeles era la diosa Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como la Gea griega o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la tierra fértil, diosa de las cavernas y de las montañas, murallas y fortalezas, de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). Su título de "Señora de los Animales", que también porta su equivalente minoica, revela sus arcaicas raíces paleolíticas. Es una deidad de vida, muerte y resurrección, siendo una de las diosas principales de los cultos del Oriente Próximo. 

Se la representa con vestimentas frigias y una corona con forma de muralla. Porta las llaves que dan acceso a todas las riquezas de la Tierra. Monta en un carro que simboliza la superioridad de la Diosa Madre, a la que se subordinan incluso los poderosos leones que tiran del carro. La leyenda, relatada por Ovidio en Las Metamorfosis (X, 570-704) relaciona a las bestias con una singular pareja mitológica: Hipómenes (Melanión, en otras versiones) y Atalanta. Era ésta una princesa frigia tan bella que todos los príncipes de los países vecinos la pretendían. Atalanta no quería casarse - reflejando el arquetipo mitológico de mujer independiente, en contra de lo normal en la época - pero su padre la obligaba constantemente a tomar un esposo. Finalmente, para que su padre la dejase en paz, Atalanta aceptó a casarse con uno de los príncipes... si conseguía vencerla en una carrera. Se dice que Atalanta era descendiente del pueblo de las amazonas, pues no había nada ni nadie que pudiese competir con su velocidad. La princesa derrotó a todos los príncipes que aceptaron el desafío y les cortó la cabeza. Hipómenes, por su parte, era un joven pastor que estaba enamorado de Atalanta, pero sabía que nunca podría vencerla en una carrera. Sin embargo, como a menudo ocurre con los héroes laureados de la mitología griega, una divinidad acudió en su ayuda. Concretamente la diosa Atenea, deidad de la sabiduría, quien dio a Hipómenes un cesto de manzanas de oro y le dijo que las fuese arrojando tras él a lo largo de la carrera. Así lo hizo el pastor: cuando empezó la carrera, Hipómenes arrojó una manzana de oro al suelo, llamando la atención de Atalanta que se detuvo para recogerla y admirarla. Al emprender de nuevo la carrera y estar a punto de sobrepasar a Hipómenes, éste arrojó otra manzana y Atalanta se detuvo de nuevo a recogerla. Fue así como la princesa frigia perdió la carrera y tuvo que cumplir su promesa, casándose con Hipómenes. El mito finaliza con la unión impía de los amantes dentro del templo - recinto sagrado - dedicado a la diosa Atenea, quien además era la diosa de la virginidad. Al ver profanado su santuario, la diosa se enfurece y como castigo los metamorfosea en leones - ambos macho, por cierto -. Sin embargo, la diosa Cibeles se apiada de ellos y los acoge bajo su protección, unciéndolos a su carro. Ésos son los leones que podemos ver en la fuente de Cibeles y ésta es la historia que representa magníficamente el artista italiano Guido Reni en su obra "Hipómenes y Atalanta", conservada en el Museo del Prado.
     

Para terminar, mencionar que en los panteones griego y romano, la diosa Cibeles es identificada con Rea, esposa de Crono (Saturno) y madre de los principales dioses del panteón: Hestia (Vesta), Deméter (Ceres), Hera (Juno), Hades (Plutón), Poseidón (Neptuno) y Zeus (Júpiter). De acuerdo con la mitología griega, Cibeles rescató al dios Dionisos de su peregrinaje por el desierto, lo curó de su locura y lo inició en sus Misterios... ya hablaremos de este dios en otra ocasión, pues merece un comentario aparte.

"Triunfo de Baco y Ariadna" (detalle), de Carracci