lunes, 23 de marzo de 2015

Un soplo de modernidad entre los vestigios de lo antiguo: Picasso & Museo del Prado

La exposición que podemos admirar ya se titula "10 Picassos del Kunstmuseum Basel", exposición que abandonará la capital madrileña el 14 de Septiembre. Hasta entonces podemos disfrutar de las que son sin duda las diez pinturas más destacadas de las colecciones del artista en el Kunstmuseum en Basilea (Alemania), además de ser diez ejemplos excepcionales de la evolución de su producción. Comienza en el verano de 1906 lo que los expertos de Picasso denominan "periodo ibérico", previo a las investigaciones posteriores del artista que derivarían en su conocido cubismo; y llega hasta 1967, un Picasso final más libre y un tanto melancólico. De esta manera la exposición se convierte también en una  pequeña retrospectiva. A continuación vamos a exponer algunos detalles de las obras que nos servirán de aproximación al trabajo del artista malagueño.

"Los dos hermanos"

Verano de 1906. Lienzo perteneciente a la conocida "etapa rosa". En él, Picasso muestra a un muchacho adolescente que lleva a cuestas a su hermano pequeño. La línea horizontal que separa el suelo ocre de la pared del fondo, en tonos terracota; y una ligera sombra en la zona de los pies que proyecta el muchacho son los únicos indicativos del espacio. La obra posiblemente refleje una escena que el artista pudo ver durante sus vacaciones estivales de 1906 en Gósol, en el Pirineo de Lérida. Allí comenzó el llamado "periodo ibérico", que se extendería hasta finales del año siguiente.  


 
"Hombre, mujer y niño"

Otoño de 1906. Un hombre de pie inclina su cabeza para contemplar absorto a una mujer que sostiene en brazos a un niño, probablemente su hijo, que mira con curiosidad al espectador. La mujer presenta un rostro inexpresivo, ausente. Los rasgos del hombre recuerda a los del propio pintor y a sus autorretratos del 1906. Realizadas únicamente a base de rosas, grises, blancos y negros; las figuras remiten a las formas estilizadas y antinaturales típicas del arte ibérico, que simplificaba los volúmenes y los rostros hasta hacerlos parecer simples máscaras. Curioso que, en griego antiguo, "persona" significase "máscara". 


"Panes y frutero con fruta sobre una mesa"

Óleo de 1908-9. Se trata de un bodegón obtenido como resultado de las modificaciones que Picasso introdujo en una composición con personajes dispuestos alrededor de una mesa plegable, que es lo único que se conserva. Todavía son visibles, entre las patas de la mesa, las piernas del personaje (quizás Cézanne) situado en el lado derecho cuyos brazos se han convertido en barras de pan. Del mismo modo, el frutero lleno de frutas de la izquierda es una sugestiva transformación de la figura de Fernande, la amante de Picasso en aquella época.


"El Aficionado"

Obra de 1912. Tras asistir a una corrida de toros en Nimes, al sur de Francia, Picasso retrata a un característico aficionado a los toros con bigote y sombrero cordobés. En las manos lleva una banderilla y una guitarra; a la derecha hay una botella cerrada con un corcho. Las letras pintadas proporcionan información sobre las aficiones del personaje. Fue este un recurso muy utilizado por Picasso y George Braque (que junto a Juan Gris forman los tres creadores básicos del cubismo) en sus composiciones a partir de 1910. Aquí se percibe ya una evolución hacia formas simples y poco facéticas, que empiezan a alejarse del cubismo analítico.


"Mujer con guitarra"

1911-14. Picasso construye una figura femenina a partir de un conjunto de líneas negras sobre un fondo blanquecino. En el centro de la composición se distinguen sus pechos, mientras que en la parte de abajo se ven las manos, una de las cuales sostiene una guitarra. También utiliza el marrón, rosa, azul o negro para destacar algunas zonas. Esta obra, que el pintor comenzó en Céret y concluyó en París años después pertenece al llamado "cubismo sintético" que Picasso desarrolló entre 1912 y 1914. Como podemos ver, el artista experimentó con estilos dentro de estilos.


"Arlequín sentado"

1923, también conocido como "El pintor Jacinto Salvadó". Picasso retrata aquí a su amigo con un traje que le había regalado Jean Cocteau (poeta, cineasta, dramaturgo y ocultista francés) con el que crearía el ballet Parade. Entre 1901 y 1927 Picasso realizó más de cincuenta cuadros sobre este tema, y él mismo se retrató varias veces como ese personaje de la Commedia dell'arte italiana, muy popular en la pintura europea de vanguardia. Es una obra del periodo neoclásico de Picasso (1917-1924) en el que vuelve a la representación figurativa original. 
Un dato curioso sobre la temática de esta pintura, sobre la que Picasso estuvo tan obsesionado, es que la figura del Arlequín en el Tarot (algo que Cocteau dominaba muy bien) está relacionada con la figura del Loco: representa el espíritu en busca de experiencia, es la audacia y la extravagancia pero también la negligencia y el desequilibrio. ¿Picasso buscaba también experiencia... y su equilibrio?


"Mujer con sombrero sentada en un sillón"

Lienzo más tardío, 1941-42. Representa a Dora Maar, compañera sentimental de Picasso en aquellos años. Aparece sentada en un sillón dee metal con aire distinguido. Su cabeza está dividida en dos partes yuxtapuestas, tan típicamente picassiano: la superior se muestra de frente, con un ojo abierto que mira intensamente al espectador, casi de forma amenazante. La inferior, en cambio, está de perfil y resaltan los labios rojos. Picasso retrató a todas las mujeres de su vida sentadas en un sillón, es un tema que trató en casi trescientas ocasiones. Algo importante significaba para él. 


"Muchachas a la orilla del Sena, según Courbet"

Con esta obra, Picasso rinde homenaje en 1950 al pintor realista francés Gustave Courbet al reinterpretar una de sus obras más conocidas, "Muchachas a la orilla del Sena", una obra del verano de 1857. Mantiene la carga erótica del original de Coubert, que sugería una relación amorosa entre las dos jóvenes aunque introduce levemente esa referencia a un amor prohibido. Fundamentalmente en la figura de la joven en segundo plano, que parece asumir una actitud más vigilante que activa. 


"Venus & Amor"

9 de junio de 1967. Un niño desnudo y sonriente se dirige hacia su madre que se prepara para abrazarle. Aunque ambos carecen de los atributos identificativos típicos, se trata de la diosa del amor de la mitología grecolatina y su hijo Eros/Cupido: un tema frecuente de la producción tardía de Picasso. Posiblemente inspirada en la "Venus del espejo" de Tiziano, es una de las numerosas reinterpretaciones que hace Picasso a partir de 1955 de las obras maestras de los grandes pintores del pasado: Cranach, Velázquez, Delacroix, Manet... 


"La pareja"

10 de junio de 1967. Las actitudes de los protagonistas, un mosquetero con su uniforme típico del siglo XVII y una mujer con los senos descubiertos y una copa en la mano, denotan la tensión sexual subyacente en el ambiente. La obra se ha interpretado como un posible reflejo de la situación personal del propio Picasso, que tenía ya 86 años cuando pintó este lienzo. Es una de las obras que el artista donó en 1967 a la ciudad de Basilea, conmovido por la movilización ciudadana para adquirir otras dos obras suyas depositadas en el Kunstmuseum Basel. 


Aunque la sede indiscutible de Picasso en Madrid es el vecino museo Reina Sofía, podemos ver durante unos meses su trabajo en las salas del Museo del Prado. No en vano Pablo Picasso fue director de la institución y su famoso "Guernica" estuvo expuesto en el pabellón adjunto al Museo del Prado. Así que si quieren conocer más en profundidad esta exposición del maestro malagueño o de los artistas que le inspiraron, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Gracias.

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