lunes, 24 de abril de 2017

Feliz 23 de abril, Jorge de Capadocia

La leyenda, posiblemente originada en el siglo IV, relata que Jorge era un ciudadano romano que, al morir su padre (Geroncio, un oficial del ejército) se trasladó con su madre Policromía hasta la ciudad natal de ésta, Lydda (actual Lod, en Israel). Allí, Policromía educó a su hijo en la fe cristiana y éste, poco después de cumplir la mayoría de edad, se enroló en el ejército. Gracias a su carisma Jorge no tardó en ascender puestos, y antes de cumplir los 30 años fue tribuno y comes, siendo destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador Diocleciano (284-305). Sin embargo, en el 303 el emperador emitió un edicto autorizando la persecución de cristianos por todo el Imperio. Jorge, que recibió órdenes de participar, confesó que también él era cristiano, de manera que Diocleciano ordenó que lo torturasen hasta que renegase de su fe, cosa que no ocurrió. Por ello, se ordenó su ejecución y fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril del 303. Una vez muerto, el cuerpo de Jorge fue enviado a Lydda para ser enterrado. Aún hoy se puede ver la que se considera su tumba.


 
Tumba de San Jorge en Lod, Israel

Esta historia es, en el mejor de los casos, dudosa. Sin embargo, al historia más famosa que asociamos a San Jorge (Jorge de Capadocia) surge en el siglo IX: el santo a caballo como vencedor del dragón. Esta historia forma parte de La Leyenda Dorada, y su autor probablemente se inspiró en relatos anteriores como el mito griego de Perseo o incluso del mito japonés de Susanoo. La leyenda occidental medieval cuenta que un dragón hace su nido al lado de la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos deben apartar diariamente de la fuente al dragón para conseguir agua, y para ello ofrecen diariamente en sacrificio a un habitante elegido al azar, que es devorado por el dragón. Un día resultó seleccionada la princesa local. En algunas versiones aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando está a punto de ser devorada por el dragón aparece San Jorge, en uno de sus viajes (a menudo a caballo), se enfrenta al dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y se convierten al cristianismo.

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"Lucha de San Jorge y el dragón", de Rubens (1607). Museo Nacional del Prado

Esta historia, antiguamente considerada verdadera, guarda un rico simbolismo religioso con diferentes significados. La interpretación cristiana del mito expone que Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia, y el dragón representaría el paganismo, la idolatría, la herejía, la tentación y a Satanás. Sin embargo, algunos historiadores consideran que la historia tiene raíces más antiguas que las cristianas. En Capadocia, una de las primeras regiones en adoptar al santo, puede que haya habido una integración de elementos paganos. Un candidato a predecesor de San Jorge de Capadocia es el dios Sabacio, padre celestial de los frigios, conocido como Sabazius por los romanos. Parece bastante probable que su imagen a caballo arrollando a una serpiente sea el origen de la popular imagen de San Jorge.  Por otra parte, esta historia de San Jorge también encuentra eco en el antiguo mito griego de la princesa etíope Andrómeda y su salvador y posterior esposo Perseo, asesino de la gorgona Medusa. En ambos casos hay una criatura de un orden anterior (dragón/gorgona), una princesa y una recompensa, en un caso el matrimonio, en el otro la conversión de la ciudad. Algunas leyendas sobre Jorge y el dragón sitúan la acción en Libia (antiguamente, toda África del norte al oeste de Egipto), es decir, la acción de ambos mitos transcurre en lejanos reinos considerados "mágicos". Finalmente, la última interpretación estaría en una manifestación alternativa del Arcángel Miguel, que está al frente de las huestes celestiales. Así, Jorge sería la encarnación o bien el avatar del Arcángel Miguel, el comandante en jefe del ejército de los cielos (Josué 5:13-15; Daniel 8:25, 10:13, 12:1; Zacarías 3:2; Judas Tadeo 1:8; Apocalipsis 12:7). Esta idea del avatar, fuertemente influenciada por el hinduismo, no resultaba extraña a los cristianos de los primeros tiempos. Después de todo, Jesús era considerado por muchos un avatar de Yahveh.


En cualquier caso, Jorge se ha convertido en un santo de gran popularidad y es considerado el patrón de los caballeros, canonizado en el 494 por el papa Gelasio I, pero lo incluyó junto con "aquellos cuyos nombres son justamente reverenciados, pero cuyos actos sólo son conocidos por Dios". Esto explica la creación de todas las historias apócrifas sobre su vida y obra que hemos comentado anteriormente. Hasta aquí la historia de Jorge, cuya festividad se celebró ayer, 23 de abril. Sin embargo, el simbolismo del dragón resulta mucho más interesante y complejo que el del santo. Nosotros aquí nos hemos quedado ya sin espacio, pero si tenéis curiosidad por saber más sobre el simbolismo de la serpiente/dragón, no dudéis en hacer click aq, donde hablamos de un auténtico culto a las serpientes. ¡Gracias por vuestra atención, lectores, hasta otra!

Iglesia de San Jorge en Etiopía, la más antigua bajo su advocación   

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